RESEÑAS: La Mente del Estratega. Kenichi Ohmae
“El éxito estratégico no puede reducirse a una simple fórmula, ni cualquier persona puede convertirse en pensador estratégico con solo leer un libro…se trata de costumbres mentales y formas de pensamiento que pueden adquirirse por medio de la práctica…”
Kenichi Ohmae
RESEÑA
“La
Mente del Estratega”
Ohmae, K. (1982). La Mente del Estratega. Bogotá: Mc Graw Hill.
REALIZADO POR:
LAURA DANIELA QUINTERO RODRIGUEZ
DOCENTE:
JUAN CARLOS ACOSTA QUEVEDO
UNIVERSITARIA AGUSTINIANA
ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
OPERACIONES
SEMESTRE V
2017
|
|
CONTEXTO Y ORIGEN
|
|
Género del
Texto
Competencias
del Autor
Intención del
Autor y tema que aborda
Objetivo
específico del texto
Tipo de
Análisis
Influencia de
la coyuntura sobre los asuntos que tratan
|
El texto de síntesis presentado a
continuación es una obra de mucha importancia para los altos ejecutivos y
personas interesadas en el tema de la planeación estratégica. Es preparado
para un público que se encuentra en la búsqueda de generar estrategias
competitivas y desarrollar un pensamiento ágil y sagaz frente a los
diferentes puntos críticos que se presenten ya sea en su organización o en
sus negocios.
Kenichi Ohmae nacido en 1943 en
la isla de Kyushu, reside ahora en Yokohama con su esposa Jeanette y sus
hijos Soki y Hiroki. Consultor de alta gerencia, escritor y conferencista, Conocido
mundialmente como Mr. Strategy, es requerido regularmente como conferenciante
y consultor de management. Su área de especialización es la formulación de
estrategias creativas y desarrollo de conceptos organizacionales para su
implementación en sectores público y privado.
Seleccionado por The Economist
entre los cinco grandes expertos en management a nivel mundial, en 1994.
Como socio de McKinsey &
Company, durante veintitrés años y cofundador de la práctica de management
estratégico en la empresa ha colaborado con compañías en un amplio espectro
de sectores, entre los que se incluyen desde alimentación y químicas hasta
industriales y electrónica de consumo.
Kenichi Ohmae en su libro “La
mente del estratega” propone un enfoque hacia el pensamiento estratégico
dando a conocer cómo funciona el mismo, y los puntos importantes que se deben
tener en cuenta a la hora de realizar
una estrategia.
Una de las contribuciones más
valiosas de Ohmae es que su libro está enfocado más a la esencia de la
planeación estratégica que a su forma. Por ello el lector puede aprender como
un estratega se las arregla para generar una ventaja competitiva autentica y no
solamente que debe hacer al realizar sus ejercicios de estrategia.
El propósito principal del texto
es proporcionar una serie de indicadores que puedan aportar al desarrollo de
la capacidad y los hábitos del pensamiento estratégico en las áreas de producción,
ingeniería y mercadotecnia, así pues, el autor transmite los enfoques
estratégicos japoneses con el fin de que el lector pueda comprenderlos y
utilizarlos para que sean de gran apoyo a cualquier estratega corporativo. Además
de esto el autor propone que el éxito estratégico no puede reducirse a una
simple formula, sin embargo si cada concepto del libro se desarrolla de una
manera correcta, el estratega incrementara sus posibilidades de éxito y
ventaja competitiva.
La obra se desarrolla con un tipo
de análisis argumentativo, ya que toma casos presentados en la vida real
donde se implementan dichas estrategias que el autor quiere expresar para el
desarrollo de la mente del estratega corporativo.
El texto la mente del estratega
de Kenichi Ohmae fue preparado en el año de 1982; en Japón la tercera potencia
económica mundial, muy expuesto a la situación económica mundial debido a su
fuerte dependencia de las exportaciones coyuntura política y social que lleva
al autor a crear un libro donde pudiera exponer las grandes estrategias de su
país y como poder implementarlas dirigidas hacia el éxito.
|
ESQUEMA
Y ANÁLISIS
|
|
Tesis
Propuesta
Desarrollo de
la Tesis
Hilo Conductor
Elementos
esenciales de la Argumentación
|
Para obtener el éxito es más confiable:
Combinar el método analítico con la elasticidad mental que Ohmae llama
pensamiento estratégico.
La primera parte del texto se
refiere al arte del pensamiento estratégico; para empezar el análisis es el
punto crucial del arranque del pensamiento estratégico, que considera
problemas, tendencias, eventos o situaciones que el estratega debe valorar
con el fin de maximizar sus ventajas, el
objetivo de una estrategia consiste
en aproximarse a las condiciones más favorables y evaluar el momento
oportuno de actuar así mismo encontrar
respuestas realistas frente a situaciones cambiantes. La estrategia no es la
misma en todo sino que presenta un carácter particular por ello debe existir
claridad y un análisis detallado en cada situación dada para estructurarla de
acuerdo al modelo deseado.
Para proponer una estrategia
inicialmente se debe determinar el punto crítico de la situación mediante la
formulación de preguntas apropiadas que conlleven a un buen planteamiento del
problema y su solución real, concreta y práctica, ya que si los problemas se
definen mal la mente no funciona con precisión. Además es necesario que la delimitación del
problema se considere mediante el método del proceso de abstracción desde
fenómenos concretos hasta enfoques específicos correctos para encontrar una
solución.
Además también se puede
estructurar mediante un diagrama del problema, basado en el análisis de valor
(AV) y la ingeniería de valor (IV), y adicional a ello implementar un
diagrama de utilidades que direccione a
formular una adecuada estrategia de negocios ya que ninguna estrategia
puede formularse por intuición o análisis superficial. Una vez determinada la
solución se deben implementar las tareas de elaboración de programas y planes
detallados de acción, para obtener el éxito confiable se deberá combinar el
método analítico con la elasticidad mental que el autor define como
pensamiento estratégico.
Por otro lado sobre lo que trata
la estrategia es cómo generar una adecuada ventaja competitiva, y alterar la fortaleza de la compañía en
relación con la de sus competidores; en el mundo de los negocios no se buscan
herramientas perfectas sino solidas frente al desempeño con relación al de
los competidores, la auténtica tarea del estratega según Ohmae se desarrolla en cuatro Estrategias Superiores:
–
Concentrarse
en los factores claves
–
Construir
una superioridad relativa
–
Búsqueda
de iniciativas agresivas
–
Aprovechamiento
de los grados estratégicos de libertad
En cada uno de estos cuatro
métodos la importancia radica en evitar hacer las mismas cosas que la
competencia y poder ganar una ventaja relativa por medio de medidas que a los
competidores les sea difícil copiar y así extender esa ventaja aún más lejos.
La primera, concentrarse en los factores claves por ejemplo concentrar los
recursos de la compañía en lo realmente necesario, identificar sus segmentos
claves, descubrir que distingue a las compañías de éxito de las que no lo
tienen y analizar las diferencias entre ambas. Las compañías que no logran
perfeccionar los factores claves son a causa de la falta de perseverancia y
minuciosidad en cada etapa.
La segunda, construir una superioridad relativa: Identificar las
características únicas del producto en comparación con la competencia para encontrar las
diferencias y así formular una estrategia corporativa que resulte difícil de
imitar por un competidor y asegurar que el costo de imitarla resulte muy alto
para el competidor si lo llega a intentar.
La tercera, búsqueda de iniciativas agresivas: Las almas del estratega son el
pensamiento táctico, la consistencia y la coherencia buscando producir ideas
o innovaciones que den vida nueva a la situación de la compañía en el mercado
dentro de la organización de la empresa o cualquier otra área cuestionando
los supuestos básicos de la industria o del comercio para desarrollar la idea
innovadora.
La cuarta, aprovechamiento de los grados estratégicos de libertad, esto
implica escoger la dirección específica en que se desea buscar el éxito, y es
importante la selección de dicha dirección con que la compañía cuenta para
movimientos estratégicos que existe respecto a un factor clave. El elemento
crucial de los grados estratégicos de libertad es la función objetivo, ósea
la variable que se desea maximizar.
Así pues cuando las inversiones
de la compañía dedicadas a mayor satisfacción de los objetivos actuales de
los usuarios alcanzan un punto en que
los rendimientos empiezan a disminuir, se deben buscar otros valores del
usuario y emprender la búsqueda de grados de libertad estratégica que los
satisfagan, por medio de tecnología, servicio y otros aspectos similares.
El éxito debe perseguirse este no
llega de la nada o espontáneamente, debe existir una planeación. La alta
dirección y los planificadores no pueden basar su trabajo en un optimismo
ciego, deben desarrollar la costumbre de pensar estratégicamente para llegar
a ser estrategas eficaces.
La segunda parte del texto
presenta la elaboración de estrategias eficaces, cuando se elabora cualquier
estrategia de negocios deben tenerse en cuenta los tres principales
participantes: La corporación, el cliente y la competencia que el autor
define como triangulo estratégico así pues la tarea del estratega consiste en
lograr un desempeño superior, en relación con la competencia en los factores
claves de éxito del negocio. Al mismo tiempo el estratega debe estar seguro
de que su estrategia combina adecuadamente los puntos fuertes de la
corporación con las necesidades de un mercado claramente definido.
Ningún mercado permanece
homogéneo, cada grupo de clientes tiene tendencia a desear un servicio ligeramente diferente,
por lo que la corporación no puede llegar a todos los clientes con la misma
eficacia, habrá clientes más fáciles y otros más difíciles.
Así pues, la estrategia basada en
el cliente busca establecer un margen sobre la competencia, para ello, la
corporación deberá segmentar el mercado ya sea por la segmentación por
objetivos o la segmentación por cobertura de clientes, identificar una o más
series de clientes dentro de un mercado total y concentrarse en su
satisfacción vigilando las tendencias y aplicando mejoras. Si se logra en
forma constante tener éxito sirviendo a sus clientes con más eficacia que sus
competidores, las utilidades le llegaran como derivación.
En la estrategia basada en la
corporación, las estrategias son de tipo funcional cuyo propósito consiste en
maximizar los puntos fuertes de la corporación en relación con la competencia
en las áreas funcionales críticas para tener éxito en la industria, su
objetivo no es resolver problemas operativos de un departamento en
particular, sino reforzar el rendimiento funcional específico requerido. En esta estrategia puede haber mejoras en
el rendimiento funcional, en la efectividad en los costes y se pueden
prevenir errores.
Las estrategias basadas en los
competidores, se establecen observando las fuentes de diferenciación de todas
las funciones, que van desde compras, diseño e ingeniería, hasta ventas y
servicios. Cualquier diferencia entre
nosotros y los competidores deben relacionarse con uno o más de los tres
elementos que determinan la utilidad o
beneficio de la organización: precio, volumen y costos. Aun cuando el precio
y costo unitario de una empresa sea idéntico al de los competidores, si la
empresa cuenta por ejemplo con más puntos de distribución estará en condiciones de mayor participación en el
mercado. La imagen del producto hace parte de las estrategias basadas en los
competidores, no obstante una estrategia construida totalmente dentro de una
imagen puede ser muy arriesgada.
Las relaciones con los clientes
pueden ser fuente de diferenciación, muchos japoneses explotan al máximo las
relaciones con la familia de sus empleados, sus parientes, y hasta con
amigos, como un excelente medio de negociación con proveedores y subcontratistas.
Las grandes compañías tienden a tener una ventaja sobre las compañías más
pequeñas en la explotación de este tipo de relaciones, lo que explica por qué
las “Tres grandes” Toyota, Nissan y Mitsubishi hacen tanto hincapié en sus
ventas a los propios empleados.
La utilización de la diferencia
estructural entre los costos fijos y los costos variables no necesariamente
permitirá que un competidor pequeño adquiera una ventaja estratégica
positiva, pero a menudo le ayudara reducir una importante desventaja frente a
sus competidores gigantes.
En la realidad, según el autor,
existen 3 tipos de corporaciones: de un solo producto, conglomeradas y
diversificadas. La estrategia de un solo producto no planea diversificarse,
por su parte el conglomerado trata de maximizar los beneficios para el
accionista a través de medidas financieras como la asignación de recursos o
la asignación de fondos; la compañía diversificada trata de maximizar la
riqueza de la corporación mediante la explotación de producto de cruzamiento
de sus puntos fuertes entre distintos negocios.
En la tercera parte del texto se identifican
las realidades estratégicas actuales, inicialmente el autor propone la
importancia de comprender el medio ambiente económico por medio de cinco tendencias económicas
clave:
–
Persistencia
del crecimiento lento: Un lento crecimiento prolongado
amplifica las dolorosas consecuencias de errores estratégicos.
–
Maduración
del mercado y estancamiento estratégico: Es
precisamente en una situación de estancamiento donde el ejecutivo de alto
calibre, aquel que no es prisionero del sentido común sino que posee un
pensamiento estratégico libre y creativo, descubre o inventa las nuevas
reglas del juego utilizando el total de su talento.
–
Desigual
distribución de los recursos: Las
condiciones cambiantes actuales requieren una selección de prioridades y una
redistribución de los recursos gerenciales.
–
Crecientes
complejidades internacionales: El mundo ya no
puede considerarse de una manera simple y unitaria. Cada país tiene su propio
sistema tributario, sus leyes e ideología etc.
–
Inflación
irreversible: El factor final del medio
ambiente económico es el avance de la inflación.
Puesto que no es posible predecir
el futuro, se debe empezar con el presente clasificando los negocios de la
compañía en cuatro categorías que son: demanda de reemplazo, desplazamiento
internacional, nuevo orden económico y ciclo de vida acelerado. El pensador
estratégico deberá decidir primero a cuál de los cuatro tipos de negocio
pertenece la compañía. El enfoque general correcto, bajar el punto de
equilibrio, integración vertical, reestructuración de la industria o
aceleración del ciclo de vida del producto e hará entonces patente.
Además de los antecedentes de las
tendencias ya mencionadas, según el autor hay cambios importantes presentados
en la estructura de la industria mundial que van a repercutir en las
posibilidades de éxito de las estrategia de negocios; dentro de estos cambios
se pueden observar: Cambios en las industrias con alto grado de mano de obra
a las industrias con alto grado de capital, cambio de las compañías
multinacionales a compañías multilocales, cambio en el índice entre costos
fijos y costos variables en varias industrias, cambio en las industrias con
base en el acero a las industrias con base en la electrónica, cambio en la
definición de la unidad de negocios, cambio en la administración financiera de
internacional a local y un cambio en el sistema coordinado de valores
corporativos.
La mayoría de las compañías no
tienen en cuenta estos importantes cambios que como muestra el autor en su
libro se presentan a diario en las compañías y por ellos se debe desarrollar
un diferencial competitivo que permita hacer algo diferente basado en el
pensamiento estratégico ya que las teorías y los conceptos están sujetos a
obsolescencia; los cerebros y los procesos mentales no lo están he allí la
importancia de la mente de un estratega que se encargue de ser objetivo y
tenga un cuestionamiento agresivo frente al manejo del cambio estratégico.
El autor presenta una breve
reseña histórica explicando de dónde y cómo es que tiene este tipo de
pensamiento estratégico, de cómo sus estrategias han funcionado y muestra las
diferencias que existen entre una organización japonesa y una occidental.
Explica que la estrategia como país, comienza en la educación elemental, en
su formación, a diferencia de la occidental.
Ninguna persona que ocupa cargos de alta dirección, llegó sin haber
recorrido toda la empresa, por lo que hace que tenga una ventaja competitiva,
pues conoce el manejo y la operación de la empresa donde labora. La gente es importante dentro de la
empresa, para los trabajadores la empresa es su familia. Hace las cosas como
lo hacen los japoneses, aun si ello fuese posible, no sería la respuesta.
Pero los enfoques estratégicos japoneses, bien comprendidos, pueden ser una
valiosa fuente de introspección para cualquier buen estratega corporativo.
El hombre de negocios con visión
debe distribuir sus recursos gerenciales con moderación, programar su
estrategia con realismo y adherirse consistentemente a sus supuestos básicos.
Pero si el mundo cambia, debe estar listo y dispuesto a cambiar de rumbo sin
demoras. Son estos los ingredientes necesarios para una toma de decisiones
con visión, condiciones con las cuales cumple un empresario de éxito.
La chispa de la idea es esencial.
Sin ella las estrategias no dejan de ser estereotipos. Para transformar en
realidad esa idea convirtiéndola en una estrategia ventajosa implica una
metodología, disciplina mental y gran parte de arduo trabajo. Cuando se llega
la inspiración creativa, la labor se pone un poco más difícil, y aunque la
creatividad no puede enseñarse si puede aprenderse y desarrollarse en la
mente del buen estratega por ello existen tres importantes restricciones que
el estratega siempre debe estar en condiciones de percibir “las tres R”
realidad, receptividad y recursos; realidad para estar pendiente de los
clientes, la competencia y la compañía; receptividad para buscar el momento
oportuno y la estrategia no este destinada al fracaso y por ultimo recursos
que constituyen una restricción que el estratega no debe obviar por nada del
mundo ya que se han presentado casos de estrategias que han fracasado porque
sus autores no se percataron de las limitaciones en recursos. Adicional a
estas tres se suma la inspiración creadora como factor fundamental con un
componente de tolerancia estática ya que se está expuesto a críticas y hostilidad en caso de fracaso.
Finalmente el éxito del
estratégico no puede reducirse a simple formula, mi cualquier persona puede
convertirse en pensador estratégico con solo leer un libro. De todos modos,
estas son costumbres mentales y formas de pensamiento que pueden adquirirse
mediante la práctica, que ayudan a liberar el poder creador del subconsciente
y a mejorar la producción de conceptos estratégicos que sean exitosos o
triunfadores.
|
BALANCE
Y EVALUACIÓN CRÍTICA
|
|
Principales
enseñanzas del texto
|
El desempeño corporativo es el
resultado de combinar la planeación con la ejecución, es algo parecido a una
carrera de veleros, no importa cuánto se esfuerce la tripulación; si el
timonel no sabe escoger la dirección precisa para aprovechar el viento, la tripulación
no tendrá ninguna probabilidad ni esperanza de ganar. Por el contrario, si el
timonel es experto de la navegación, pero la tripulación no realiza sus
labores en forma coordinada, tampoco se podrá esperar que ganen la carrera.
Para convertirse en un verdadero
estratega intelectual se debe responder con flexibilidad a los inevitables
cambios en la situación que confronta la compañía, y esa flexibilidad es la
que aumenta las posibilidades de éxito. Aumentar la confianza en sí mismo y
dejar de ser simples cobradores de sueldo desprovistos de todo sentido
empresarial o demanda competitiva.
La creación de estrategias es una
labor creativa, intuitiva, que puede ir en contra de lo tradicionalmente
establecido, en algunas ocasiones pueden carecer de validez desde el punto de
vista de los analistas externos; sin embargo, el impacto competitivo de
dichas estrategias se debe justamente al elemento creativo de los planes, así
como a la determinación y empuje de las personas que los conciben.
En la actualidad los estrategas
“naturales” están siendo reemplazados por especialistas en planificación
estratégica y financiera, por lo que las corporaciones no se encuentran
capacitadas para manejar la innovación. La mayoría se enfoca en la mejora de
sus procesos y sus sistemas, centrándose en el crecimiento de volúmenes, lo
anterior implica el aumento en la capacidad para la adaptación, sin embargo,
reduce el incentivo para la innovación.
Al diseñar estrategias no se debe
pensar en términos absolutos, siempre debe haber una comparación con los
competidores y buscar la manera de diferenciar y ganar terreno en forma
significativa a costos aceptables. El concepto de ser diferente tiene mucha
importancia en la actualidad. No sólo hay más competencia, sino competencia
más dura e inteligente. Para tener éxito, los productos deben destacarse, se
necesita ofrecer algo que los competidores no puedan igualar. En otras
palabras, el producto debe diferenciarse. Las compañías que tienen éxito no
son aquellas que intentan ser todo para todos; son aquellas que lo hacen
mejor que los que se posicionan en algo único.
Se debe ejercer el pensamiento
estratégico para romper con el campo visual limitado, respaldándose en el
ejercicio cotidiano de la imaginación y un constante entrenamiento de los
procesos lógicos del pensamiento.
Los estrategas no deben recurrir
a este recurso únicamente en los casos en los que se encuentran obstáculos
inesperados, se debe desarrollar de manera constante y hacerlo de forma
cotidiana y natural.
Las corporaciones actuales deben
seguir un proceso meticuloso, avanzando paso a paso con el fin de prevenir
carencias que pudieran convertirse en obstáculos para su crecimiento; se debe
buscar una gama más amplia de opciones estratégicas en tecnología, producción,
ingeniería y mercadotecnia.
Comprender y aplicar los enfoques
estratégicos que se mencionan en el libro puede ser un gran apoyo para un
buen estratega corporativo. El “éxito” en la creación y aplicación de
estrategias no puede reducirse a una fórmula o una lista de pasos, sin
embargo, si se toman en cuenta los conceptos tratados en el libro, es posible
desarrollar las costumbres mentales y formas de pensamiento que ayuden a
liberar el poder creativo y el pensamiento estratégico, incrementando las
posibilidades para desarrollar estrategias empresariales que tengan éxito.
|
Referencias
|
Ohmae, K. (1982). La Mente del Estratega. Bogotá: Mc Graw Hill.
Thinking Heads. (2015). Kenichi
Ohmae "Gurú de la estrategia". Obtenido de
http://www.thinkingheads.com/es/conferencista/kenichi-ohmae/
Valencia, F., & Canda, A. (2011). Universidad
Nacional Autonoma de Mexico .
Caicedo, M. J.
(s.f.). Cómo pensar estrategicamente en las empresas. Ingenio Libre, 45-55. Obtenido de
http://www.unilibre.edu.co/revistaingeniolibre/revista3/articulos/Como-Pensar-Estrategicamente-en-Las-empresas.pdf
|
“Cuando los recursos de capital,
personal y tiempo son tan escasos como en la actualidad, es vital que se les
concentre en las áreas funcionales u operativas clave decisivas para el éxito
de nuestro negocio. Si nos dedicamos a asignar los recursos de la misma forma
que nuestros competidores, nunca obtendremos ventaja competitiva alguna. Si
podemos identificar las áreas que realmente forman la clave de nuestra
industria y a ellas dedicamos la adecuada mezcla de nuestros recursos,
estaremos en condiciones de colocarnos en una posición de auténtica
superioridad competitiva”
Kenichi Ohmae
4 comentarios:
Publicar un comentario